Xavier Trias considera que el modelo de gestión del alcalde “es obsoleto”
“Barcelona puede ser la mejor ciudad del mundo, pero no para los que viven en ella”
JAQUE AL ALCALDE “Una moción de censura es difícil; siempre digo que sólo se hace para ganar”
Óscar Muñoz (La Vanguardia)
Las encinas de Collserola han acaparado buena parte de la atención de este primer año de mandato Ayuntamiento. CiU ha llevado el caso a los tribunales.¿Era necesario?
Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Jordi Hereu ha decidido mandar como si tuviera mayoría absoluta y esto crea una situación de alejamiento del alcalde y de su equipo con los grupos de la oposición. No puede ser que el alcalde diga, y esté contento de decir, que vote lo que vote la oposición, que es mayoritaria, hará lo que le dé la gana. Es intolerable. No es democrático. Por eso hemos presentado el contencioso.
¿Y si el juez no les da la razón?
Esperamos ganar. Pero no ganar nos daría todavía más la razón porque este Ayuntamiento no puede tener unas normas que permitan que el alcalde haga lo que le venga en gana. Estamos delante de un modelo de gestión obsoleto. Barcelona lleva muchos años dirigida por los mismos, que creen que es de su propiedad.
¿Se ha planteado presentar una moción de censura?
Una moción de censura es difícil. Siempre digo que sólo se hace para ganar. Estoy convencido de que esta situación nos llevará a ganar en las próximas elecciones. La necesidad de cambio de esta ciudad irá aumentando.
¿Lo encabezará usted?
Es nuestro compromiso. Hemos tomado la decisión de mantener la candidatura.
Le esperan tres años complicados.
Serán complejos. Soy el contrincante del señor Hereu e intentaré ganarle la alcaldía, pero en muchos temas le ofrezco mi apoyo. Como con el contrato de la limpieza. No veo por qué en otros temas no podemos hacerlo así.
¿Ha hablado usted recientemente con el alcalde sobre ello?
No. Nos encontramos en actos, tenemos una relación normal y cordial, como tiene que ser, pero en el momento actual tenemos posiciones muy diferenciadas.
¿En qué aspectos?
Quiere continuar con este modelo del pasado. Nosotros planteamos que se haga una gran apuesta por la calidad, que se hagan bien las cosas, que se den los servicios que la gente se merece. Está muy bien que digan que harán nuevos barrios, pero ¿cómo vive la gente?, ¿cómo podemos hacer que viva bien, que tenga trabajo y vivienda y seamos capaces de que la ciudad sea imaginativa, creadora? Creo que el alcalde y su equipo no lideran esa imagen innovadora, no son capaces de ponerse delante de la ciudad y hacerla funcionar. Hereu está atado de pies y manos por el Partido Socialista, no se atreve a enemistarse con Madrid o la Generalitat.
¿Esperaba más de él?
Sinceramente, me ha decepcionado y me decepciona. Se equivoca. No es necesario estar explicando todo el día que no quiere entenderse con CiU porque su socio preferente es ERC. Esta es una idea vieja, que está agotada. Llevan muchos años. Incluso se ha demostrado que ha habido una desafección de los barceloneses. Jordi Portabella lo entendió muy bien y salió del gobierno. El alcalde esta obsesionado con recuperar el tripartito, más por comodidad que para hacer cosas nuevas. Veo a Hereu muy apoltronado. Su objetivo es conservar como sea el asiento.
Aún no hay programa de actuación municipal (PAM).
Dimos nuestras opiniones, pero no les interesan.
¿Cómo ha encarado el Ayuntamiento las crisis que ha sufrido Barcelona: el apagón, el caos de cercanías y ahora la sequía?
También se ha equivocado. Lo vemos con el agua. La construcción de la tubería que conectará con el minitrasvase del Ebro se tiene que liderar con fuerza y decir que siga adelante. Nosotros apoyaremos al alcalde. Pero tiene miedo de hacer enfadar a sus socios. Si Hereu se decide a hacer una política social potente, también nos tendrá de su lado. Barcelona va muy retrasada respecto a otras ciudades en atención a la gente… Y ahora no puede acusar a la Generalitat como se hacía cuando la gobernaba CiU.
Hereu prometió ser el alcalde de la gente.
Pues la gente no ha sido su prioridad. Dicen que no hay suficiente dinero para según qué cosas y hacen una plataforma sobre el mar que ha costado 15 millones de euros sin saber si habrá alguien capaz poner allí el zoo marino. Si hay necesidades perentorias en esta ciudad (de atención a la dependencia, a la gente mayor, de guarderías…), ¿cómo puede ser que nos gastemos el dinero así? El problema de este alcalde es que no tiene la fuerza suficiente para decirles a los barceloneses: “Voy demostrarles que esta ciudad será para ustedes la mejor del mundo”.
La ciudad mejor del mundo…
Y puede que sea la mejor del mundo, pero hay el peligro de que lo sea sólo para los que vienen de fuera, para los turistas, que son importantes para nuestra economía pero no para los que viven y trabajan en ella. “Barcelona no puede perder más tiempo”
¿Qué urge cambiar en el Ayuntamiento?
La capacidad del alcalde de liderar la ciudad y de fomentar ilusión. Pasqual Maragall, dejando de lado los inconvenientes de su gestión en la alcaldía, además de liderazgo generaba ilusión. ¿Qué haría él? Nos haría dar un salto adelante. En cambio, la imagen que se da ahora es de falta de liderazgo y de incapacidad de ilusionar. Esta ciudad no puede perder años, no puede permitirse el lujo de perder el tiempo. Se tienen que hacer muchas cosas. Insisto, esta es la oferta que le hago al alcalde: según qué cosas, aunque estemos en la oposición, estamos dispuestos a apoyarlas, lo hemos hecho siempre y continuaremos haciéndolo.
¿Echa de menos a Joan Clos?
No. Con el anterior consistorio tuvimos la cuestión de la Carta Municipal, que exigía grandes consensos. Ahora no se da, pero confío en que ser adversario del señor Hereu no signifique ser su enemigo. Las relaciones personales son una de las tareas más importantes que hay que hacer en el Ayuntamiento entre el gobierno y la oposición. Yo trato de que sea así, a pesar de los enfrentamientos. Todos estamos trabajando para la ciudad y ha de haber compañerismo entre nosotros.
¿Existe este compañerismo en el seno de la oposición?
La relación personal entre nosotros ha mejorado. Sabemos bien cuáles son nuestras diferencias, somos partidos muy diferentes. Somos conscientes de que en determinadas ocasiones podemos entendernos y en otras no.