Archive for Març, 2004

El no de José Bové

Març 30, 2004

El líder pagès de nacionalitat francesa que figurava com  a ponent del diàleg titulat “L’aigua, vida i seguretat”, ha escrit a l’alcalde Joan Clos protestant perquè se li hagués inclòs al Fòrum 2004 sense prèvia consulta. Amb diversos arguments rebutjava participar.

Accés a la ciutat

Març 30, 2004

500.000 vehicles entren diàriament a Barcelona. El parc mòbil de les poblacions veïnes ha crescut un 80%. Diverses entitats, com l’Associació per la Promoció del Transport Públic i la Favb, vénen exigint la creació de carrils bus a les entrades de la ciutat.

Crítica al Fòrum

Març 30, 2004

Més de 1.000 persones van intentar assistir al debat celebrat a l’Ateneu Barcelonès, titulat “El Fòrum 2004: La gran impostura”. La major part es va quedar sense poder entrar ja que no hi havia espai suficient. Entre els assistents hi havia membres d’entitats veïnals, universitàries, alternatives i pacifistes. Els conferenciants van ser l’historiador Bernat Muniesa, el filòsof Santiago López i l’antropòleg Manuel Delgado.

AVE per Mallorca

Març 30, 2004

El nou govern ha retirat la proposta que situava el túnel de l’AVE per sota del carrer Provença, acceptant el projecte de l’Ajuntament que preveia el túnel pel carrer Mallorca. Malgrat això, no està clar que el tren arribi l’any 2007, ja que la retirada política del ministre Álvarez Cascos pot afegir més endarreriments.

Zinc sobre les arenas

Març 30, 2004

Más que una plaza de toros parecía un jardín botánico. No eran matojos, sino verdaderos árboles los que crecían en un ruedo que se caía a pedazos. Ahora la rehabilitación y transformación de Las Arenas le infundirá de nuevo vida y conservará su histórico carácter lúdico. Pero, sin duda, será un ocio muy diferente. 

ALBERTO GONZÁLEZLas Arenas es uno de los dos coliseos con los que ha contado Barcelona hasta fechas recientes. Situado en la plaza de Espanya, en la confluencia que forman la avenida de Les Corts Catalanes y las calles Tarragona, Llanas y Diputació, fue proyectado por el arquitecto Augusto Font y Carreras, a instancias de una sociedad constituida con el único fin de dotar a la ciudad condal de una nueva plaza de toros.  

Se erigió así un bello edificio de estilo arábigo, provisto de tendidos, gradas cubiertas y, sobre ellas, un piso superior a modo de andanada en el que se alojaban también 52 palcos. Los rasgos arábigos se mostraban sobre todo en la fachada exterior, así como en el aspecto y decoración de los palcos. Pero, sin duda, una de las piezas que más destacaba era el gran arco de herradura de la puerta principal, orientado hacia la avenida de Les Corts Catalanes.  

Con un aforo que rondaba las 15.000 personas en el momento de su inauguración (acaecida el 29 de junio de 1900), la plaza de Las Arenas era una de las más bellas y mejor dotadas de cuantas existían en todo el planeta de los toros. El diámetro de su ruedo alcanzaba los 52 metros y el conjunto de su aspecto externo y sus dependencias interiores la convertían en una edificación emblemática para la ciudad de Barcelona. No en vano había requerido una inversión superior al millón y medio de pesetas (de finales del siglo XIX), repartidas en las 870.000 pesetas que costó la adquisición de los terrenos y las 780.000 gastadas en la propia obra. Casi un siglo más tarde, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, se elaboró un documento donde se ponía de manifiesto el estado de degradación de algunas zonas de la plaza. Estas noticias, junto con la inexistencia de corridas de toros desde 1990, hicieron que Las Arenas entrara en un profundo declive.  

Su desuso había abocado a la antigua plaza de toros a un claro deterioro. Una situación que tiene los días contados, porque ya se encuentra en marcha el proceso de rehabilitación que convertirá este emblemático edificio en un nuevo equipamiento ciudadano, preservando su legado arquitectónico para las futuras generaciones. Para ello se recuperará la fachada de la plaza y se habilitarán para los peatones sus zonas aledañas, permitiendo la renovación urbanística de toda la zona.  

Para acometer este proyecto, que supone una inversión de 100 millones de euros, se ha creado una nueva sociedad denominada Nueva Plaza de Toros de Barcelona, SL, participada por Sacresa (55%), Inversiones Hemisferio, filial del grupo Planeta (30%) y la constructora ACS (15%).  

El nuevo centro de ocio contará con una superficie total de 100.600 metros cuadrados (37.900 de los cuales estarán edificados sobre rasante).  

El proyecto del centro comercial, lúdico y de negocios Las Arenas ha sido elaborado por el prestigioso arquitecto inglés Richard Rogers y por el estudio catalán Alonso &Balaguer i Arquitectes Associats. Pese a que algunos de sus futuros usos todavía están por decidir, ya se han dado a conocer públicamente la mayoría de detalles del mismo.  

El edificio constará de cuatro plantas de aparcamiento subterráneo, con una superficie de 12.440 metros cuadrados, lo que dará cabida a 1.250 coches y 670 motocicletas. Los creadores del proyecto aseguran que tantas plazas de aparcamiento sólo beneficiarán a la zona, descongestionando el tráfico y, por supuesto, facilitando el acceso a los futuros visitantes. Sin embargo, no todo el mundo lo tiene tan claro. Joan Anglada, presidente de la Asociación de Vecinos del Parc de l’Escorxador, piensa que el gran aparcamiento subterráneo sólo hará que aumentar el volumen de circulación de la plaza Espanya y alrededores, lo que “puede provocar colapsos circulatorios impresionantes en las horas punta”.  

También bajo el nivel de calle, la planta -1 tendrá 6.000 m2 dedicados al ocio, comercio y restauración. Entre los servicios previstos se encuentran bares, cafeterías, espacios de simulación virtual, tiendas y una gran bolera. La planta de superficie será la zona más comercial del complejo, aunque también contará con locales dedicados a la restauración y al ocio. Esta planta se podría definir como una gran galería comercial con diversas tiendas, entre ellas algunas marcas exclusivas, que ofrecerán una variada oferta en sus 4.750 m 2 .La primera planta del edificio, que tendrá una superficie de 3.000 metros cuadrados, contará también con diversos locales comerciales, zonas de restauración y grandes espacios dedicados al ocio infantil.  

En las siguientes plantas, la segunda y tercera, estarán repartidas diversas zonas de restauración (300 m 2 en total) y doce salas de cine que ocuparán 6.200 m2 .  

En el nivel superior se ubicará un club deportivo de 4.500 m 2 que contará con una gran variedad de servicios, entre los que se encuentra una zona termal, un solarium, una zona de fitness, y una gran pista de footing que rodeará toda la plaza.  

Por último, la quinta planta estará habilitada como un gran espacio multifuncional, donde se podrá organizar cualquier tipo de acto, como convenciones, presentaciones, pases de modelos, etc.  

El edificio se coronará con una cúpula abovedada de zinc, que cubrirá todo el proyecto, y que será la unión simbólica entre la tradición de la antigua plaza de toros y la innovación del nuevo complejo.  

 

Desolación y crítica vecinalMás callados que un cartujo. Así se quedaron los vecinos de la zona cuando supieron que pasaba a manos privadas. Su sueño siempre había sido que el Ayuntamiento se apropiara de este viejo monumento a la tauromaquia. No siendo así, su castillo de arena se desvanecía: Nada de un gran centro de equipamientos y servicios para el barrio. Mejor dicho, casi nada, porque lo cierto es que consiguieron que el proyecto incluyese, tal y como explica Anglada, “unos espacios para las entidades vecinales”. Pero la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Esquerra de l’Eixample, Trini Capdevila, califica de “irrisorios” los 300 metros que parece que finalmente irán destinados a estas necesidades.  

Aún conscientes de su pequeño margen de maniobra e influencia, las asociaciones del barrio han hecho lo que han podido por hacer valer sus deseos en la configuración del nuevo centro. Según Anglada, “lo que principalmente nos preocupaba era la delimitación de los usos, y los excesos que se pudieran cometer”. Por eso desde las asociaciones de vecinos se pidió al Ayuntamiento la seguridad de que no se abrirían en el centro grandes discotecas o bares musicales, para evitar el jaleo nocturno en los alrededores. Una petición que, según Capdevila, ha obtenido un compromiso firme por parte del distrito, así como la de que “el centro no afecte al pequeño un punto en el que desconfía especialmente la Asociación de Vecinos de l’Esquerra de l’Eixample. 

Promesas aparte, lo cierto es que para ambas entidades el barrio tiene otras necesidades que difieren mucho del modelo que promoverá el futuro centro Las Arenas. Y como deja caer Capdevila, “quizás comienzan a sobrar centros lúdicos en la ciudad de Barcelona…”.

“No volem que cap més veí hagi de marxar del barri”

Març 30, 2004

Parlant del CARRER i de la ciutat 

“No volem que cap més veí hagi de marxar del barri”Alfred ComínAdvocat i membre de l’AVV del Casc Antic 

A dos quarts de nou del vespre, Portaferrissa comença a esvair-se. Les persianes de les botigues comencen a tancar, les dependentes s’apressen a escombrar per sortir a temps i el carrer es va buidant de vianants. Poca estona més tard pràcticament no quedarà ni una ànima al carrer, només el record de les passejades de milers de persones. Els comerços, encara il·luminats, amagen la foscor que es pot veure quan s’aixeca el cap: són ben poques les finestres habitades, són molt poques les persones que encara viuen en aquest carrer.  

Alfred Comín, de l’Associació de Veïns del Casc Antic, boina ben falcada i mans a les butxaques, recorda que abans hi vivia molta més gent al barri però, poc a poc, sense fer massa soroll, la Barcelona de disseny ha convertit el centre en terreny abonat pels especuladors i, és clar, els veïns de tota la vida veuen com el seu barri, fins ara humil, s’encareix, i ells s’han convertit en una nosa. El preu del metre quadrat en aquesta zona s’ha disparat. L’ansietat per fer negoci ha fet néixer el que s’anomena mobbing immobiliari, la pressió que frega la legalitat, quan no la incompleix de ple, que exerceixen alguns propietaris dels immobles sobre els llogaters de tota la vida, que ja no són rentables.  

Fa unes setmanes el programa 30 minuts de TV3 va fer saltar a l’actualitat informativa un fenomen que els veïns coneixen des de fa temps. Han decidit que ha arribat el moment de plantar cara. Fins ara les pressions havien passat desaparcebudes però això s’ha acabat. L’objectiu és clar i concret: “No volem que cap més veí ni cap més entitat hagi de marxar del barri i a partir d’ara passarem a l’acció”, afirma Comín. Estan cansats que ningú els faci cas, estan farts que l’Ajuntament els doni llargues i els expliqui possibles solucions que no s’acaben de concretar: “No volem que el senyor Xavier Casas (primer tinent d’alcalde i responsable d’Urbanisme) ens expliqui històries, ara l’únic que volem saber és si la senyora tal haurà de marxar de casa seva o no, si el senyor qual haurà de deixar la seva vivenda o es podrà quedar al barri, volem solucions concretes per tots els casos”. En aquest sentit el consistori ha inaugurat recentment una oficina d’assessorament i atenció a persones que pateixen el mobbing immobiliari. És un primer pas que Comín valora sarcàsticament: “Segurament en aquesta oficina hi hauran posat a treballar algun cosí d’algú de l’Ajuntament”.  

La confiança en que sigui l’administració pública per pròpia voluntat la que resolgui el problema és mínima i no és d’estranyar perquè ja han vist com moltes persones han hagut de marxar abans que l’Ajuntament decidís fer-hi res. És per això que els veïns han decidit que a partir d’ara tiraran endavant les accions legals que facin falta. “Si cal posar denúncies en posarem i si cal anar a molestar a la porta dels que estan fent la vida impossible als veïns hi anirem”. És una lluita desigual en la que els que planten cara sembla que no tinguin res a perdre, sembla que per això puguin ser valents, però no és així “perquè fins i tot els més pobres tenen alguna cosa a perdre, la seva vivenda, casa seva”, sentència Comín.  

També és cert que, com afirma aquest veí, normalment les grans immobiliaries segueixen la legalitat i majoritàriament són els nous especuladors que veuen la possibilitat de fer diners ràpids els que no tenen cap escrúpol a l’hora de pressionar els llogaters de mil i una formes: els edificis es deixen degradar, es talla l’aigua, la llum, es treu el contestador automàtic, es posen dificultats al pagament del lloguer. Encara que hi ha de tot, la majoria d’afectats per aquesta pressió solen ser gent gran, són persones “que quan reben una carta que els diu que han de deixar el pis d’acord amb alguna llei, que a vegades s’inventen, es posen nervioses, s’espanten, s’alteren”. Persones amb una pensió mínima que si perden el seu pis de lloguer de renda antiga no podran pagar cap altre pis a preu de mercat. La majoria han viscut tota la vida en aquests carrers, han vist com Portaferrissa i Portal de l’Àngel s’han convertit en uns dels carrers més cars d’Espanya i com, a mida que els baixos s’il·luminaven, els pisos s’enfosquien. Ara veuen com la prostitució torna a Portaferrissa, on gairebé no queden veïns que puguin molestar el mercat de la carn. Les persianes baixades de les botigues de les grans cadenes ens diuen que són les nou de la nit tocades i els carrers són gairebé buits. “Ara els únics habitants que queden pel carrer són aquests”, afirma Comín, mentre alçant el cap la seva boina assenyala el maniquí d’un aparador que contempla el Portal de l’Àngel amb infinita indiferència.  

Jaume FiguerasPeriodista

Polítiques poc creïbles

Març 30, 2004

En els terrenys de les antigues casernes de Sant Andreu es donen totes les circumstàncies perquè les administracions demostrin que la seva preocupació pel problema de l’habitatge és creïble. La propietat és pública. El Ministeri de Defensa els va adquirir ara farà 70 anys per prop d’un milió i mig de les antigues pessetes. Ara n’ha tret 83 milions d’euros, (prop de 14.000 milions de pessetes). El comprador no ha estat l’Ajuntament com demanàvem les entitats veïnals, sinó el Consorci de la Zona Franca, format per l’Ajuntament, Govern Central, la Cambra de Comerç, Foment del Treball i Renfe. Qui controlarà que aquests diners no aniran a finançar armament “sinó a augmentar la qualitat de vida de la tropa”, com afirma el ministre Trillo? Aquesta maniobra clarament especulativa, malgrat que el es veurà arrodonida per la construcció d’habitatges a preu de mercat que poden doblar el valor que ara se n’ha tret. L’Ajuntament diu que la meitat dels habitatges seran protegits i que es construiran els equipaments que el barri necessita i les entitats veïnals han reclamat. Però això no és suficient. Volem que les promeses que últimament hem sentit en les campanyes electorals es concretin en fets. Aconseguir un habitatge per viure és un dels principals problemes que tenen els joves avui i aquesta és una oportunitat única perquè en els terrenys de les antigues casernes, tot l’habitatge que es faci (prop de mil pisos) sigui públic. No és justificable que el Ministeri de Defensa, Renfe o l’Ajuntament de Barcelona venguin solars de la seva propietat per fer pisos a preu de mercat. En aquests moments donar resposta al problema de l’habitatge té prioritat. Les administracions s’han d’abocar i actuar ràpidament evitant accions especulatives. La ciutadania, i sobretot el jovent, estant agafant consciència del problema i no es deixaran enganyar. Al Poblenou es reivindica que el 50% dels habitatges que s’han de fer al 22@ siguin per al barri; a Sant Andreu pisos públics i de lloguer a les antigues casernes; al barri de Porta que una part del habitatges protegits que es construeixen siguin per al barri. Les entitats veïnals i la Favb estem potenciant aquestes inquietuds. Per això considerem que és un engany el que s’ha fet a Sant Andreu. Malgrat tot, la Favb vol encetar un diàleg franc i obert amb l’Ajuntament per debatre aquestes qüestions, tot sabent que no és fàcil establir criteris que contemplin amb equitat i justícia la gran demanda que hi ha d’habitatge a la ciutat de Barcelona. No és de rebut, com a passat a Sant Andreu, que l’associació de veïns s’assabenti hores abans del que ja estava decidit feia temps tirant per terra totes les reunions que s’havien fet amb el districte. No és això el que nosaltres entenem per participació. Demanem una rectificació urgent de l’acord a que s’ha arribat en la venda dels solars al Consorci de la Zona Franca i que s’obri una taula de negociacions amb les entitats veïnals del barri de Sant Andreu. La ciutadania de Barcelona es mereix molt més respecte.

Urbanització dels FGC

Març 30, 2004

Un hotel, oficines i un aparcament de 300 places cobert per un espai amb jardins. L’AVV de Sarrià es queixa de la falta de participació i denuncia que l’impacte de les obres serà important. Així mateix, reclamen que Cardenal Setmenat sigui un carrer de servei d’un sol carril per al nucli antic de Sarrià.

Un equipament menys

Març 30, 2004

L’esplai Picasso, situat en les “Viviendas Renfe-Meridiana”, va tancar les seves portes. En aquest equipament, un nombrós grup de nens i nenes participaven en les seves activitats. El treball del centre era valorat per la seva dimensió de prevenció social. L’AVV denuncia el dèficit d’aquest tipus d’equipaments i reivindica recursos.

Gas Natural vol trencar el monopoli elèctric contaminant Barcelona

Març 30, 2004

La qualitat de l’aire, la salut dels ciutadans i els compromisos per reduir l’efecte hivernacle es veuen amenaçats pel projecte de construcció d’una innecessària central tèrmica de Gas Natural al port de la ciutat

ALFONS L.CARRETE Ambientòleg i membre de la Plataforma contra la Central Tèrmica al Port de Barcelona La liberalització del mercat energètic, efectiva des de principis de 2003, comporta que els cli

Gas Natural vol trencar el monopoli elèctric contaminant Barcelona

 

La qualitat de l’aire, la salut dels ciutadans i els compromisos per reduir l’efecte hivernacle es veuen amenaçats pel projecte de construcció d’una innecessària central tèrmica de Gas Natural al port de la ciutat

 

ALFONS L.CARRETE

Ambientòleg i membre de la Plataforma contra la Central Tèrmica al Port de Barcelona

 

La liberalització del mercat energètic, efectiva des de principis de 2003, comporta que els clients puguem escollir l’empresa que ens subministrarà l’electricitat i el gas. Des del punt de vista del consumidor aquesta liberalització resulta positiva ja que permet que, si així ho desitgem, puguem desconnectar-nos d’Endesa per comprar electricitat verda produïda en una central mini-hidràulica del Cantàbric, per exemple.

 

La realitat però, és que la liberalització de l’energia només ha comportat una total desregulació del sector, la planificació del qual queda totalment en mans del sector privat. Les companyies elèctriques s’han dedicat a fomentar el consum irracional (l’increment del consum elèctric ha batut tots els rècords) i ara que el mercat és lliure es dediquen a treure una allau de projectes de noves centrals tèrmiques amb vistes a captar més clients i tenir una bona quota de mercat. Aquests projectes no responen a una demanda real i superen fins i tot les previsions més desarrollistes de l’administració. 

 

Naturalment, ara que Endesa entra en el mercat del gas, Gas Natural desitja entrar en el sucós negoci de la venda d’electricitat en el que Endesa té una posició de quasi-monopoli a Catalunya. I d’aquí neix el projecte de Central Tèrmica de 800 MW al Port de Barcelona.

 

Per plantejar-la l’únic motiu és la competitivitat del mercat lliure. Perquè l’argument “oficial” (a Barcelona falta energia) podria semblar cert en determinades èpoques: en les hores punta de demanda de fred a l’estiu o de calor a l’hivern. La realitat és que aquesta problemàtica s’ha d’atacar des d’altres fronts (gestió de la demanda, millores en l’aïllament d’habitatges i oficines, promoció de sistemes de climatització eficients, petites centrals de cogeneració per grans edificis…) i si hi ha problemes és per mala gestió, no per falta de centrals generadores: la potència disponible a les centrals existents al conjunt de Catalunya i d’Espanya supera de molt la demanda màxima.

 

Encara hi ha centrals, com les del Besòs, que desaprofiten la meitat de la calor generada; encara es porten a l’abocador del
Garraf (on no fan altra cosa que afegir contaminació a l’atmosfera) milers de tones de residus orgànics dels que se’n podria extreure biogas; les polítiques d’eficiència energètica són poc més que testimonials i encara estem lluny d’aprofitar el potencial real de les energies renovables a la pròpia ciutat

 

Gas Natural argumenta, i és cert, que la tecnologia de Cicle Combinat és la més eficient. Però la construcció d’aquestes noves centrals no garanteix de cap manera el tancament de les antigues: la del Besòs, que encara crema fuel-oil, l’obsoleta central de carbó de Cercs o les nuclears. Si així fos, el debat seria un altre, però ara per ara només suposen afegir més emissions contaminants. En l’escenari actual les motivacions de Gas Natural no són ni garantir energia per la ciutat ni fer el sistema energètic més sostenible: l’únic objectiu és agafar quota de mercat a la competència.

 

És evident, doncs, que cal plantejar-se realment la conveniència i necessitat d’aquesta nova central a la ciutat. Però hi ha un altre aspecte a considerar: el seu impacte sobre l’aire que respirem a la ciutat.

 

Una Central Tèrmica de Cicle Combinat, bàsicament, és una caldera que crema una gran quantitat de gas natural (i fuel-oil en alguns moments) per produir electricitat. Aquesta combustió emetrà per cada hora de funcionament 300 tones de diòxid de carboni (CO2) i altres contaminants més perillosos en quantitats menors: òxids de nitrogen, diòxid de sofre, compostos orgànics volàtils…

 

Per tant el primer impacte important serà sobre les emissions de CO2  de la ciutat. Segons els acords de Kioto, Barcelona hauria de reduir considerablement les seves emissions actuals. És a dir, que no hi ha prou amb mesures passives que provin de frenar el ritme amb que contaminem. Calen polítiques actives que permetin reduir la quantitat de CO2  emès.

 

Així, mentre l’Agència de l’Energia de Barcelona dissenya línies de treball que permetrien acostar-se mínimament als objectius de Kioto, la construcció de la central (no prevista per l’Agència) aportarà tal quantitat de CO2 a les emissions de la ciutat que inutilitza tots els esforços realitzats i deixa les previsions en paper mullat.

 

Però potser l’impacte més preocupant serà sobre la qualitat de l’aire de la ciutat. Els òxids de nitrogen són precursors de la formació d’ozó troposfèric, un contaminant que afecta greument les vies respiratòries (irritacions, tos, fatiga, potenciació d’al·lèrgies i altres malalties respiratòries…) i el diòxid de sofre és el principal responsable de la pluja àcida. Si actualment els nivells de contaminació atmosfèrica de la ciutat s’apropen perillosament als nivells de seguretat, i alguns cops a l’any els superen, amb la nova central aquesta situació empitjoraria, ja que la central es troba situada de forma que la direcció predominant dels vents (de mar cap a terra) enviaria directament els gasos cap a la ciutat la major part de dies de l’any.

 

Sembla contradictori que si, com el Pla d’Acció Municipal 2004–2007 diu, la protecció de la salut dels ciutadans i ciutadanes i la millora de la qualitat de l’aire a la ciutat són prioritats de l’equip de govern, es doni llum verda a aquest projecte. Encara que també és contradictori que Gas Natural SA sigui signatària del Compromís per la Sostenibilitat de l’Agenda 21 de Barcelona i a la vegada impulsi aquesta central, i a ningú no li sembla estrany.

 

Manca de voluntat política per aturar el projecte

L’apatia de l’Ajuntament respecte la nova Central Tèrmica la justifiquen argumentant manca de recursos normatius per oposar-s’hi. És cert que la iniciativa sorgeix d’un operador privat i que és el ministeri d’Economia qui aprova aquestes instal·lacions. Per altra banda el Pla d’Ordenació dels Usos del Port permet que es desenvolupin activitats “industrials-portuàries” i aquest concepte s’ha interpretat tan àmpliament que, legalment, al port hi caben des de centrals tèrmiques fins a incineradores de residus.

 

Però si hi hagués voluntat política, hi hauria opcions. En mans de l’actual govern de la Generalitat hi ha el que seria una bona eina per reordenar el sector energètic a Catalunya: declarar una moratòria a qualsevol instal·lació fins que no es redacti un Pla Energètic realista i amb criteris de substituir les energies contaminants per altres de més netes. L’Ajuntament té la capacitat d’atorgar o no la llicència de l’activitat i com a mínim seria prudent no aprovar res fins que aquest pla estigués redactat i s’hagués argumentat la necessitat o no de construir-la.

 

Una altre possible argument per denegar la llicència és que tot i que Gas Natural serà molt curosa perquè la central compleixi la normativa d’emissions, no s’ha valorat prou el resultat de la suma d’aquesta contaminació a la ja existent a la zona (tècnicament coneguda com immissió). L’Ajuntament podria invocar la normativa europea sobre aquest assumpte.

 

Malauradament, tot i que es tracta d’una greu amenaça al medi ambient urbà amb repercussions també greus sobre la salut pública, en les reunions mantingudes fins al moment amb l’Ajuntament no s’ha percebut cap voluntat d’oposar-s’hi. Des de la Plataforma, doncs, es continuarà exigint un posicionament de l’Ajuntament clarament en contra de la Central, per la defensa del medi ambient i la salut dels ciutadans.

ents puguem escollir l’empresa que ens subministrarà l’electricitat i el gas. Des del punt de vista del consumidor aquesta liberalització resulta positiva ja que permet que, si així ho desitgem, puguem desconnectar-nos d’Endesa per comprar electricitat verda produïda en una central mini-hidràulica del Cantàbric, per exemple. La realitat però, és que la liberalització de l’energia només ha comportat una total desregulació del sector, la planificació del qual queda totalment en mans del sector privat. Les companyies elèctriques s’han dedicat a fomentar el consum irracional (l’increment del consum elèctric ha batut tots els rècords) i ara que el mercat és lliure es dediquen a treure una allau de projectes de noves centrals tèrmiques amb vistes a captar més clients i tenir una bona quota de mercat. Aquests projectes no responen a una demanda real i superen fins i tot les previsions més desarrollistes de l’administració. Naturalment, ara que Endesa entra en el mercat del gas, Gas Natural desitja entrar en el sucós negoci de la venda d’electricitat en el que Endesa té una posició de quasi-monopoli a Catalunya. I d’aquí neix el projecte de Central Tèrmica de 800 MW al Port de Barcelona. Per plantejar-la l’únic motiu és la competitivitat del mercat lliure. Perquè l’argument “oficial” (a Barcelona falta energia) podria semblar cert en determinades èpoques: en les hores punta de demanda de fred a l’estiu o de calor a l’hivern. La realitat és que aquesta problemàtica s’ha d’atacar des d’altres fronts (gestió de la demanda, millores en l’aïllament d’habitatges i oficines, promoció de sistemes de climatització eficients, petites centrals de cogeneració per grans edificis…) i si hi ha problemes és per mala gestió, no per falta de centrals generadores: la potència disponible a les centrals existents al conjunt de Catalunya i d’Espanya supera de molt la demanda màxima. Encara hi ha centrals, com les del Besòs, que desaprofiten la meitat de la calor generada; encara es porten a l’abocador del Garraf (on no fan altra cosa que afegir contaminació a l’atmosfera) milers de tones de residus orgànics dels que se’n podria extreure biogas; les polítiques d’eficiència energètica són poc més que testimonials i encara estem lluny d’aprofitar el potencial real de les energies renovables a la pròpia ciutat Gas Natural argumenta, i és cert, que la tecnologia de Cicle Combinat és la més eficient. Però la construcció d’aquestes noves centrals no garanteix de cap manera el tancament de les antigues: la del Besòs, que encara crema fuel-oil, l’obsoleta central de carbó de Cercs o les nuclears. Si així fos, el debat seria un altre, però ara per ara només suposen afegir més emissions contaminants. En l’escenari actual les motivacions de Gas Natural no són ni garantir energia per la ciutat ni fer el sistema energètic més sostenible: l’únic objectiu és agafar quota de mercat a la competència. És evident, doncs, que cal plantejar-se realment la conveniència i necessitat d’aquesta nova central a la ciutat. Però hi ha un altre aspecte a considerar: el seu impacte sobre l’aire que respirem a la ciutat. Una Central Tèrmica de Cicle Combinat, bàsicament, és una caldera que crema una gran quantitat de gas natural (i fuel-oil en alguns moments) per produir electricitat. Aquesta combustió emetrà per cada hora de funcionament 300 tones de diòxid de carboni (CO2) i altres contaminants més perillosos en quantitats menors: òxids de nitrogen, diòxid de sofre, compostos orgànics volàtils… Per tant el primer impacte important serà sobre les emissions de CO2 de la ciutat. Segons els acords de Kioto, Barcelona hauria de reduir considerablement les seves emissions actuals. És a dir, que no hi ha prou amb mesures passives que provin de frenar el ritme amb que contaminem. Calen polítiques actives que permetin reduir la quantitat de CO2 emès. Així, mentre l’Agència de l’Energia de Barcelona dissenya línies de treball que permetrien acostar-se mínimament als objectius de Kioto, la construcció de la central (no prevista per l’Agència) aportarà tal quantitat de CO2 a les emissions de la ciutat que inutilitza tots els esforços realitzats i deixa les previsions en paper mullat. Però potser l’impacte més preocupant serà sobre la qualitat de l’aire de la ciutat. Els òxids de nitrogen són precursors de la formació d’ozó troposfèric, un contaminant que afecta greument les vies respiratòries (irritacions, tos, fatiga, potenciació d’al•lèrgies i altres malalties respiratòries…) i el diòxid de sofre és el principal responsable de la pluja àcida. Si actualment els nivells de contaminació atmosfèrica de la ciutat s’apropen perillosament als nivells de seguretat, i alguns cops a l’any els superen, amb la nova central aquesta situació empitjoraria, ja que la central es troba situada de forma que la direcció predominant dels vents (de mar cap a terra) enviaria directament els gasos cap a la ciutat la major part de dies de l’any. Sembla contradictori que si, com el Pla d’Acció Municipal 2004–2007 diu, la protecció de la salut dels ciutadans i ciutadanes i la millora de la qualitat de l’aire a la ciutat són prioritats de l’equip de govern, es doni llum verda a aquest projecte. Encara que també és contradictori que Gas Natural SA sigui signatària del Compromís per la Sostenibilitat de l’Agenda 21 de Barcelona i a la vegada impulsi aquesta central, i a ningú no li sembla estrany. Manca de voluntat política per aturar el projecte L’apatia de l’Ajuntament respecte la nova Central Tèrmica la justifiquen argumentant manca de recursos normatius per oposar-s’hi. És cert que la iniciativa sorgeix d’un operador privat i que és el ministeri d’Economia qui aprova aquestes instal•lacions. Per altra banda el Pla d’Ordenació dels Usos del Port permet que es desenvolupin activitats “industrials-portuàries” i aquest concepte s’ha interpretat tan àmpliament que, legalment, al port hi caben des de centrals tèrmiques fins a incineradores de residus. Però si hi hagués voluntat política, hi hauria opcions. En mans de l’actual govern de la Generalitat hi ha el que seria una bona eina per reordenar el sector energètic a Catalunya: declarar una moratòria a qualsevol instal•lació fins que no es redacti un Pla Energètic realista i amb criteris de substituir les energies contaminants per altres de més netes. L’Ajuntament té la capacitat d’atorgar o no la llicència de l’activitat i com a mínim seria prudent no aprovar res fins que aquest pla estigués redactat i s’hagués argumentat la necessitat o no de construir-la. Una altre possible argument per denegar la llicència és que tot i que Gas Natural serà molt curosa perquè la central compleixi la normativa d’emissions, no s’ha valorat prou el resultat de la suma d’aquesta contaminació a la ja existent a la zona (tècnicament coneguda com immissió). L’Ajuntament podria invocar la normativa europea sobre aquest assumpte. Malauradament, tot i que es tracta d’una greu amenaça al medi ambient urbà amb repercussions també greus sobre la salut pública, en les reunions mantingudes fins al moment amb l’Ajuntament no s’ha percebut cap voluntat d’oposar-s’hi. Des de la Plataforma, doncs, es continuarà exigint un posicionament de l’Ajuntament clarament en contra de la Central, per la defensa del medi ambient i la salut dels ciutadans.