Archive for 22/11/2006

Proteger la casa Batlló

Novembre 22, 2006

ORIOL BOHIGAS 22/11/2006

Una de las mejores obras de Gaudí, objetivo persistente del turismo barcelonés, es la casa Batlló del paseo de Gràcia. A su propio valor arquitectónico se añade el interés de formar parte de una de las manzanas más célebres del Ensanche, un extraordinario monumento del modernismo, en la que, además de la obra de Gaudí, se acumulan en la continuidad de una sola fachada una obra de Domènech i Montaner (casa Lleó Morera), otra de Puig i Cadafalch (casa Ametller) y otra menos valorable pero muy característica de Sagnier. Todas ellas forman un famosísimo paisaje urbano entre las calles de Consell de Cent y Aragó, cada una con la rotunda expresión estilística de sus autores, individualizadas y contradictorias hasta tal extremo que se ha conocido popularmente con el nombre de La Manzana de la Discordia.

 

 

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“Es desalentador comprobar que en Barcelona los intentos de defensa del patrimonio se entretienen en pequeños temas de ordenanza estética, mientras que la protección de un gran monumento se relega a simples recursos administrativos”

Una de las mejores obras de Gaudí, objetivo persistente del turismo barcelonés, es la casa Batlló del paseo de Gràcia. A su propio valor arquitectónico se añade el interés de formar parte de una de las manzanas más célebres del Ensanche, un extraordinario monumento del modernismo, en la que, además de la obra de Gaudí, se acumulan en la continuidad de una sola fachada una obra de Domènech i Montaner (casa Lleó Morera), otra de Puig i Cadafalch (casa Ametller) y otra menos valorable pero muy característica de Sagnier. Todas ellas forman un famosísimo paisaje urbano entre las calles de Consell de Cent y Aragó, cada una con la rotunda expresión estilística de sus autores, individualizadas y contradictorias hasta tal extremo que se ha conocido popularmente con el nombre de La Manzana de la Discordia.

Es una referencia irónica -característica de los ambientes ilustrados y bohemios de la época- a la mitológica discordia originada por la atribución de la manzana de oro de la diosa Eris a la mujer más hermosa. Paris, influido por Afrodita, la adjudicó a Helena, esposa de Melenao. Tras el premio de la manzana vino el rapto y tras el rapto, nada menos que la guerra de Troya. La discordia estilística Domènech-Puig-Gaudí debió de parecer en su momento tan agresiva como los desastres troyanos que inspiraron tanta literatura clásica. Pero hoy esa discordia aparece asumida en una cultura coherente y la manzana se puede leer casi como un catálogo de las grandes excelencias del modernismo. La fachada de la discordia es hoy uno de los monumentos más significativos del Ensanche porque explica la concordia cultural de las grandes individualidades.

Esa unidad no sólo es el punto de unas profundas coincidencias culturales, sino también de la habilidad, la capacidad profesional, el buen oficio de cada arquitecto en el diseño de cada fachada. Todas ellas tienen diferentes alturas y se rematan con formas espectaculares y arriesgadas. Pero siempre hay un gesto que da respuesta a los gestos de las casas vecinas, reduciendo las diferencias con detalles de gran maestría. Los gestos más geniales son seguramente los de Gaudí: la casa Batlló complementa sus medianeras con formas y molduras que por un lado recogen la composición de la casa Ametller y por otro recogían la de la casa ecléctica de la esquina, a pesar de que se trataba de un edificio ecléctico y anodino.

Este cuidadoso orden urbano fue aniquilado en la época nefasta del alcalde Porciones, que permitió un aumento de edificación en las casas del Ensanche, y destrozó con ello todo su sky-line: un desorden volumétrico e incluso una irrespetuosa mutilación estilística. Se decía hipócritamente que construyendo unos pisos sobre los existentes se lograría un abaratamiento de las nuevas viviendas porque el terreno ya se consideraba amortizado. Naturalmente, los precios finales se ajustaron a todas las posibilidades especulativas que ofrecía el mercado libre, con lo cual esos “levantes” albergaron las viviendas más caras del sector y sus propietarios aumentaron las plusvalías.

Uno de esos bárbaros levantes afectó a la casa de la esquina Aragó-paseo de Gràcia. El arquitecto Soteras -que además era el arquitecto jefe del Ayuntamiento, responsable del decoro arquitectónico de la ciudad- construyó cuatro pisos sobre la casa existente sin preocuparse en resolver los problemas de yuxtaposición con el gran monumento gaudiniano, obturando las vistas y la integridad del magnífico remate cerámico de la cubierta e ignorando el gesto que había hecho Gaudí para conjuntar dos arquitecturas diferentes. Durante años se ha mantenido en el linde de la casa Batlló una especie de oreja pétrea a media altura que Gaudí construyó para terminar correctamente la cornisa de la casa de la esquina, una cornisa que ya no existe, consecuencia de la ampliación porciolística. Y durante años han ido apareciendo tímidas protestas contra esa ignominia urbanística sin que ninguna autoridad la atendiera.

Últimamente ha empezado la reforma de la casa de la esquina para su modernización y para mejorar los rendimientos. Parecía que ésta sería la ocasión para deshacer el entuerto: que un buen arquitecto responsable haría un proyecto atendiendo debidamente la protección visual de la casa Batlló o que el Ayuntamiento no daría licencia sin este requerimiento. Pues no ha sucedido ni lo uno ni lo otro. La casa se está reformando manteniendo -o ampliando- el volumen edificado, a pesar de que los pisos superiores están hoy fuera de las nuevas normativas que intentan corregir en parte los desaguisados de Porciones y Soteras. Es desalentador comprobar que en Barcelona los intentos de defensa del patrimonio se entretienen en pequeños temas de ordenanza estética, mientras la protección de un gran monumento se relega a simples recursos administrativos.

Me han dicho que algunas entidades beneméritas han empezado una campaña ciudadana para forzar al Ayuntamiento a resolver ahora ese viejo problema. Parece que se propone la posible expropiación de los cuatro pisos añadidos y su consecuente derribo para dejar libre y sin interferencias el magnífico remate de la casa Batlló. El tema puede ser difícil, pero no me parece exagerado, porque hay algunos precedentes que se han resuelto en términos parecidos. Habrá que apoyar esas instituciones para que presenten, incluso, un estudio jurídico y económico que acredite la fiabilidad de la operación, una operación fundamental para el decoro del paseo de Gràcia y para la cultura arquitectónica. Un signo de que la protección monumental puede ser menos anecdótica y más categórica.

Creix la tensió a Horta per la reforma de Can Fargas

Novembre 22, 2006

  1. • Els veïns denuncien pressions del propietari per canviar el projecte

ALBERT OLLÉS
BARCELONA

El futur de la històrica masia de Can Fargas, la més ben conservada d’Horta, segueix generant polèmica malgrat la decisió de l’ajuntament d’expropiar l’edifici i els seus jardins per obrir-los al públic i instal.lar-hi l’escola de música del districte.
L’Associació de Veïns Font d’en Fargues va denunciar ahir una campanya de “pressió i setge” contra els seus membres per part de la propietària de la masia, l’empresa Unicompta. L’entitat, que fa set anys que reivindica la protecció del conjunt, va anunciar noves mobilitzacions i una recollida de firmes a tota la ciutat per agilitzar l’execució del pla urbanístic presentat al juliol pel consistori.
El pla va ser aprovat, amb el vot de tots els grups, en l’últim ple del districte d’Horta-Guinardó, però l’inici de les obres dependrà del procés d’expropiació de la finca, de 4.872 metres quadrats, al qual s’oposa Unicompta.
L’empresa, que té el suport de diverses entitats de comerciants, pre- tén una rehabilitació alternativa per construir-hi una residència geriàtrica per a 100 persones, un centre de dia per a 200 més, una escola d’hostaleria, un restaurant i un pàrquing. Els veïns consideren que aquesta proposta malmetria greument el patrimoni de la masia, documentada al segle XIII i amb una torre de defensa romànica de l’XI.
Unicompta ha presentat els últims mesos dues querelles contra membres de l’associació de veïns i, segons aquesta entitat, va intentar aconseguir el control de la junta.

Els veïns més pròxims es queixen dels sorolls i pudors a la fàbrica

Novembre 22, 2006

DAVID PLACER
BARCELONA

Molts dels veïns de la fàbrica okupada enderrocada al Poblenou es van solidaritzar amb els artistes desallotjats, però alguns –el més pròxims als terrenys de l’antiga factoria– es van queixar dels so- rolls i les pudors, que havien estat denunciant des de fa mesos.
La majoria dels veïns consultats van dir que el grup no ocasionava problemes i van valorar positivament les activitats culturals que realitzaven als terrenys de l’antiga fàbrica de tendals. “És veritat que a vegades feien soroll a les nits, però quan van començar les queixes, van insonoritzar el local per no molestar tant. Eren molt considerats”, va explicar María Ángeles Ferré, veí del carrer de Tànger, 48. “A vegades intercanviava menjar amb ells per la finestra. Els demanava algun ingredient que em faltava i els donava qualsevol altra cosa a canvi”, va afegir.
Altres veïns es van queixar dels sorolls, en especial els caps de setmana, i les pudors. “Feien les necessitats al pati. Més d’una vegada els vaig veure orinant molt a prop de la nostra finca”, va explicar María, una veïna de 74 anys. “Els gossos els portaven deslligats. A més no paguen llum ni impostos. M’alegro que els hagin tret”, va dir Josep Maria, veí del carrer de Tànger.

SUPORT DE L’ASSOCIACIÓ
L’associació de veïns del Poblenou va ratificar ahir el seu rebuig al des- allotjament de La Makabra, perquè els seus integrants cedien els espais a la col.lectivitat i van donar suport a la lluita per salvar Can Ricart. “Tenien també els seus enemics. Un veí els va denunciar perquè no pagaven aigua i els hi van tallar”, va afirmar Mohammad, veí del carrer de Tànger.

Ordenança inútil

Novembre 22, 2006

Xavier Riba López
Barcelona

S’ha fet una batuda per l’entorn de la ronda de Sant Antoni i sembla que la calma torna al barri. Més enllà de les qüestions morals, de la mala imatge del barri, dels perjudicis per als botiguers, de la incomoditat dels veïns, el que passava era que s’incomplia la nova ordenança cívica. El mateix ajuntament que sancionava un turista que bevia una cervesa al carrer, tolerava la transgressió flagrant de l’ordenança, sabent que perjudicava els veïns i que al darrere hi havia una trama delictiva que es lucrava amb el tràfic de persones i la seva prostitució forçada. ¿La manifestació dels veïns i la proximitat de les eleccions municipals deuen haver tingut alguna cosa a veure amb el fet que s’hagi fet alguna cosa? Ara s’ha d’esperar que els detinguts no tornin a ser al carrer d’aquí a quatre dies.